Eastmoor Heights

Criterios de adjudicación

Excelencia arquitectónica

Eastmoor Heights consta de siete edificios que ofrecen viviendas asequibles para el personal y los educadores del distrito, integrándose perfectamente en la zona residencial circundante con materiales sencillos y duraderos como el estuco y el revestimiento. La distribución fomenta el sentido de comunidad con un patio central protegido, escaleras compartidas y servicios como zona de juegos, jardín comunitario, barbacoas y un centro de reunión para lavandería y cocina compartida. Las 56 unidades -disponibles en configuraciones de uno, dos y tres dormitorios- cuestan el 70% del precio de mercado local, lo que responde a las necesidades de vivienda del personal esencial de la escuela. Diseñado para fomentar la interacción entre los residentes, el proyecto también mejora la distribución del campus, desplazando los patios de recreo y creando una zona más segura para dejar a los alumnos.

Innovación técnica y sostenibilidad

Eastmoor Heights integra características sostenibles pioneras y ha ganado el premio Peninsula Clean Energy al mejor proyecto comercial totalmente eléctrico. Es totalmente eléctrico, con energía solar fotovoltaica, calentadores de agua eficientes con bomba de calor y electrodomésticos Energy Star. Los elementos de diseño pasivo incluyen una avanzada eficiencia de la envolvente y una amplia iluminación natural. Los paneles solares están ocultos detrás de parapetos por razones estéticas, mientras que un sistema de biorretención de aguas pluviales canaliza el agua de lluvia de vuelta al suelo, evitando la escorrentía a las alcantarillas. Una inspección por terceros minimizó los costes de desplazamiento para el distrito y garantizó la calidad, mientras que los calentadores de agua individuales de cada unidad optimizan el uso de la energía, reduciendo tanto los costes operativos como el impacto ambiental.

Rentabilidad

Al emplear la construcción modular, Eastmoor Heights consiguió un importante ahorro de costes. Este método proporcionó un mejor control sobre la calidad y la mano de obra, evitando al mismo tiempo la necesidad de cumplir los requisitos salariales vigentes, que aumentaron durante el COVID. Además, la producción modular permitió controlar los costes por adelantado, reducir la mano de obra in situ y los gastos de nóminas certificadas, y minimizar el tráfico de entregas, ideal para un entorno escolar. Los módulos se instalaron en sólo siete días con 118 picos de grúa, lo que contribuyó a la rápida finalización del proyecto. La consolidación de los permisos a través de la División de Arquitectura del Estado de California supuso un ahorro adicional, lo que simplificó los procesos y redujo los costes, creando un modelo de eficiencia para los distritos escolares públicos.